(Matéria remitida por el Condómino A.M) Señores administradores de este portal de servicio comunitario; Me dirijo como antiguo condómino, haciendo usufructo a la posibilidad de publicación ofrecida por Uds. Cumplo de esta manera, remitiendo a los señores, una apreciación muy personal, que trata sobre la problemática cotidiana del Paraná Country Club, Agradeciendo al mismo tiempo, la publicación de lo solicitado.
Atentos saludos (A.M.)
AREA COMERCIAL DEL PARANÁ COUNTRY CLUB
¿A quiénes pertenece?
Esta pregunta hasta parecería inocente, sencilla, obvia, poco inteligente o tal vez extremadamente confusa!
Con cierta nostalgia recuerdo a los directivos de la inmobiliaria Paraná Country Club S.A., atentos caballeros, quiénes promocionaban en ese entonces, las bondades del Proyecto Urbanístico, que incluía campos de golf, club house, áreas verdes, un plan de desarrollo para un área residencial de ensueño, dotada además con un área comercial adecuada, para facilitar y acompañar la calidad de vida de sus futuros propietarios.
Para la época, era un plan radicalmente innovador, moderno y futurista, no sólo para el Paraguay, sino Sudamérica, y específicamente para la región de las 3 fronteras.
El perfil del plan de desarrollo urbanístico planteaba especialmente la funcionalidad y naturaleza ofertada, tanto para el área residencial, como para el área comercial, proveyendo a sus propietarios un carácter de privacidad y exclusividad inigualables.
Con el transcurso del tiempo, y en sintonía con el proyecto, caracterizados condóminos dieron secuencia al emprendimiento urbanístico con iniciativas comerciales privadas, estimuladas por el crecimiento del Country. Así vimos nacer a coquetos negocios, tiendas y otros servicios, retroalimentando en este ciclo las necesidades básicas del Paraná Country Club, con un toque y enfoque actual de sustentabilidad totalmente válida.
Inquietos condóminos, estimulados por su comunidad, dieron vida como empresarios a confiterías, farmacias, boutiques, ferreterías, jardinería, constructoras, colegios, mini mercados, además de la construcción de nuestra Iglesia. Todo esto, destinado a satisfacer las necesidades y gustos del nuevo y pujante vecindario. La convivencia era en un marco de orden, respeto, y armonía social, porque al final, todos éramos vecinos y amigos.
HOY, CÓMO ESTAMOS??
Con tristeza debo meditar haciendo esta antipática analogía, recordada siempre al inicio de la semana santa, y que trata sobre “la expulsión de los mercaderes en el templo” , relacionándola con la "caótica situación de nuestra área comercial", hoy convertida así, por ciertos empresarios y personas extrañas, quiénes no vacilan en ofertar y promocionar las bondades de nuestra área comercial, al solo efecto, de atraer cada vez más, a una mayor cantidad de clientes, sean estos, de cualquiera de las comunidades circunvecinas. No dudando para ello, utilizar las facilidades que ofrece nuestra infraestructura, que es propiedad de todos los condóminos del Paraná Country Club.
Esta condición y situación especial, la expongo exclusivamente de esta manera, por la sencilla razón que el área comercial y principal vía de ingreso y salida del área residencial es, solventada, mantenida, revitalizada y reparada con el aporte de TODOS LOS CONDÓMINOS y de NINGÚN MODO CON FONDOS MUNICIPALES, COMERCIALES O DE OTRA FUENTE. Son nuestras expensas abonadas mensual y religiosamente por TODOS NOSOTROS MES A MES!!!!.
El estado actual del área comercial, esta caracterizado por un tránsito totalmente desordenado y caótico, desprolijo e irrespetuoso para los condóminos que necesarimanete deben transitarla, ya que ésta es nuestra única vía de acceso, diseñada y concebida exclusivamente para ello. Es realmente triste ver la actitud indiferente, pasiva y a veces con inmerecida vergüenza a nuestros guardias que nada hacen, o en su defecto, los impiden de hacer ante tanta agresividad e irrespetuosidad, además malos modales de parte de personas ajenas a nuestra comunidad, quiénes en ciertas circunstancias hasta destruyen nuestras áreas comunes, jardines, estacionan vehículos en doble y triple fila, producen suciedad y basuras, ocupan irregularmente veredas, esparcen obstáculos, escombros etc. etc.
Ante esta crítica situación, me hago esta pregunta: Quién asume la responsabilidad por la administración, o la gestión de tamaño problema comunitario???
Evidentemente el area comercial no fue, no es, ni estárá diseñada para albergar a emprendimientos orientados a masivos clientes, extraños al Country Club.
En ninguno de los casos, Bancos, Casas de Cambio, Supermercados y otras empresas que guardan relación con un interés comercial dirigido a terceros, por el hecho de no ser copropietarios, no conjugarán con los fines comunitarios, ni calidad de vida adquiridos y “perseguidos” por los demás condóminos.
QUIÉN DEBE INTERVENIR??
Categóricamente es la cuestión mas difícil de abordar, esto lo sostengo porqué hasta el momento, la administración del PCC, no ha demostrado una actitud positiva en proveer el ordenamiento necesario, entonces nuevamente, quién asume esta responsabilidad???
- Tal vez, nosotros copropietarios?, al no exigir una respuesta inmediata, rápida y favorable, seamos corresponsables, como un pecado de omisión
- Tal vez, las empresas? de clientes masivos y extraños al Paraná Country Club?
- Tal vez, deba ser la Municipalidad de Hernandarias? la que deba ordenar el tránsito, la circulación peatonal o cualquier obstrucción??
En esta última opción, si fuere aplicada, sería la más funesta de todas. De ser así, en poco tiempo convertiríamos al área comercial en una situación todavía peor, puesto que perderíamos la posesión misma, y eventualmente, se gestionarían solicitudes a la Intendencia, con permisos para habilitar y autorizar paradas de taxis, moto taxis, taxi fletes, vendedores ambulantes etc.etc.
El Paraná Country Club es una sola propiedad privada, conformada por copropietarios denominados condóminos. No es un barrio abierto, ni sus calles son municipales. Son propiedad de sus condóminos.
En los últimos días, me produjo cierto temor e inseguridad una propuesta de objetivos leída de una de las listas de candidatos para el Directorio del PCC, dónde, quisiera presumir, sea una apreciación equivocada de mi parte. La misma es una frase que textualmente dice en su punto (2) Construir un Acceso Secundario (que podría ser al costado del colegio francés) con el objetivo de descongestionar el trafico en horas picos (salida del colegio y abastecimiento del supermercado).
Significa esto que nosotros condóminos y propietarios de áreas comunes, debamos adecuarnos a las necesidades de un colegio y supermercado por sobre nuestros intereses y propiedades??? Asumo que NO!! Que la propuesta debería ser completamente al revés, ya que la Avenida Paraná, nuestra principal y más apreciada vía de acceso, debe ser priorizada y privilegiada para sus propietarios, y no supeditarla al servicio de extraños al PCC, o en el peor de los casos, la textualización antes resaltada, sea apenas; “la visión muy particular de algún empresario con desmesurado interés”??
Nosotros Condóminos, somos los únicos responsables por la gestión del Paraná Country Club. Debemos acabar con la acostumbrada actitud cómplice, complaciente e indiferente, que termina afectando nuestra calidad de vida.
Rectifiquemos nuestras fallas y desidias. Lo digo aceptando el “mea culpa”, al igual que varios vecinos, al no haber acudido irresponsablemente a la Asamblea Extraordinaria, convocada solamente para tratar temas relacionados a la seguridad del condominio. Reunión importante, que fuera llamada con mucha anticipación, lamentablemente desoída por la mayoría.
Señores, estamos todavía a tiempo!!
Gracias nuevamente al blog del PCC, en caso que esta carta sea publicada.